Si ya en el anterior artículo os hablamos de las características de esta joya fotográfica y la importancia de su reacondicionamiento, hoy en Fotografía Fuentes vamos a profundizar en su proceso de restauración. Surge como ‘hijo’ de la celebración del 175 aniversario de la primera fotografía, tomada en el Pla de Palau. Esta efeméride tuvo como consecuencia una exposición del Arxíu Fotogràfica de Barcelona y en la que se mostró la cámara. Los fotógrafos y licenciados en Bellas Artes Martí Llorens y Rebecca Mutell han dirigido el proyecto de restauración. Rafel Forga, licenciado en Bellas Artes y especialista en la restauración de equipos fotográficos del siglo XIX, ha sido el encargado de la limpieza y recuperación de la cámara y sus complementos mientras que los coleccionistas de arte Vicenç Boned y Valerie de Marotte han aportado la financiación. Todo el proceso de restauración ha quedado inmortalizado de forma audiovisual gracias a Lalo García y Txell Sabartés. El proyecto tiene intención de seguir con el resto de equipos originales y construir un relato histórico sobre los orígenes de la producción fotográfica. ¡Os mantendremos informados! Foto: RACAB
Read OnSin duda es una excelente noticia para los que amamos este arte de la fotografía. La considerada como tatarabuela de la fotografía, realizó su primera toma en España en 1839 y ha vuelto a nacer gracias a la restauración promovida por la Reial Acadèmia de les Ciències i les Arts de Barcelona (RACAB). Se trata de una Daguerre-Giroux seriada con el número 179, es decir, el primer modelo de cámara fotográfica puesto a la venta. Su conservación se ha realizado junto a la caja en la que se guardaban las sustancias químicas y utensilios para su buen funcionamiento además del archivador de madera para almacenar las placas de cobre y plata o daguerrotipos. Sólo hay otra cámara de esta época en el mundo, la de la Universidad de Tejas, que haya permanecido bajo la misma propiedad desde los albores de la fotografía hasta nuestros días. En el próximo artículo hablaremos de su proceso de restauración. ¡Viva la fotografía! Foto: RACAB
Read OnEn nuestro anterior artículo nos habíamos quedado hablando de las cámaras Magazine, las cuales se pueden definir como un híbrido entre las de cajón y las plegables formadas por placas. Su auge fue desde finales del Siglo XIX hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial y su apariencia de cámara de cajón sobredimensionada en la que alojaban unas 12 placas que se iban volteando y apilando según se iban iluminando. La mecánica y sistema de estas cámaras era superior a la empleada en las de rollo o cajón. El protagonismo de las cámaras de cajón comenzó en 1888 de la mano de George Eastman y su “Kodak” en la que utilizaba rollo fotográfico. El cliente recibía una cámara cerrada por 25 dólares de la época para realizar 100m fotografías. Una vez acabado el rollo, la cámara se mandaba completa para revelar el carrete y cargar uno nuevo por 10 dólares. “Usted apriete el botón y nosotros hacemos el resto”, decía Eastman.
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